miércoles, 30 de septiembre de 2020

Centro cultural matucana 100.-a


El Centro Cultural Matucana 100 (conocido como Matucana 100 o M100) es un centro cultural ubicado en la Avenida Matucana a la altura del número 100 en la comuna de Estación Central en la ciudad de Santiago, Chile, en las dependencias que antiguamente ocuparon las bodegas de la Dirección de Aprovisionamiento del Estado.​ Es un centro de carácter multidisciplinario en donde conviven teatro, danza, artes visuales, música y cine. Desde 2008 forma parte del Circuito Cultura Santiago Poniente, que agrupa a 11 instituciones del eje Matucana.

Historia

Dirección de Aprovisionamiento del Estado

Los galpones de Matucana tienen una data de comienzos de siglo XX, aproximadamente del año 19072​, fueron inicialmente utilizados como bodegas de la Dirección de Aprovisionamiento del Estado, predecesor de ChileCompra.​, cuya sede está en lo que es hoy la Biblioteca de Santiago (Monumento Histórico desde 2001).
El emplazamiento de las bodegas estaba a una distancia intermedia de las principales estaciones ferroviarias de la capital: la Estación Mapocho, que conectaba con el norte del país; y la Estación Central, que conecta con la zona sur.
Hasta el día de hoy funciona el Túnel Matucana, un conducto ferroviario que unía la desaparecida Estación Yungay hasta la Estación Central. Una vía que reemplazó a la vía férrea que pasaba por la superficie de Avenida Matucana. Actualmente el tren de carga pasa de manera esporádica bajo tierra por el pasaje Los Tilos para salir por el costado de la Usach y empalmar con la Estación Central.


Bodegas Teatrales de Matucana 100

El espacio en el cual actualmente se emplaza el Centro Cultural Matucana 100, estuvo desocupado muchos años, hasta que el Ministerio de Bienes Nacionales de Chile se lo entregó al director de teatro Andrés Pérez y su compañía Gran Circo Teatro. El propósito de Andrés era crear un espacio cultural alternativo, dedicado a la gestión cultural independiente y la formación, creación, investigación e intercambio de actores, técnicos y músicos nacionales e internacionales. Al espacio se le denominó Bodegas Teatrales de Matucana 100. Sin embargo, la oficialización de la entrega del espacio no alcanzó a realizarse.​ La compañía fue desalojada del espacio, lo que generó una fuerte polémica.4​ En respuesta al desalojo, la compañía realizó una performance en la que Andrés Pérez se colgaba de una horca, y varios cuerpos eran arrastrados en carros como cadáveres.

Inicios del Centro Cultural Matucana 100

El Centro Cultural fue inaugurado en 2001, como una corporación de derecho privado sin fines de lucro, aliada con el Gobierno de Chile, actualmente a través del Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio.
Matucana 100 se ha desarrollado en etapas sucesivas. La primera etapa de funcionamiento, entre 2001 y 2002, fue denominada Matucana 100 en rodaje.​ Durante este período se habilitaron cuatro espacios donde debutaron las primeras actividades programadas, todavía en marcha blanca y sin condiciones óptimas. En esta época se presentaron reconocidas compañías chilenas, entre ellas, el Teatro La Memoria y La Troppa, así como conocidos artistas visuales como Gracia Barrios y José Balmes.
En 2003 se inició la segunda etapa, Matucana 100 en construcción, en la que comenzó a materializarse la construcción del Teatro Principal, con capacidad para 520 personas, obra adjudicada al arquitecto Martín Hurtado luego de un concurso público. Para el estudio previo se consultó con actores y técnicos para recoger sus ideas sobre un escenario de primer nivel para las artes escénicas.9​ Se conservaron los muros perimetrales de ladrillo, y como material se utilizaron maderas laminadas de pino oregón y raulí. En el nivel inferior de dicho teatro se acondicionó una galería de arte de 300 m², llamada Galería Concreta.10​ Este fue el primer teatro construido en Santiago después de 30 años y el primer centro cultural contemporáneo de estándar internacional levantado después de la dictadura militar.


M100 se afianza

Finalizada la construcción del Teatro Principal, 2004 fue el año de la consolidación del centro cultural, a través del eslogan «Matucana 100, simplemente cultura», con más de cien espectáculos, exposiciones y gran afluencia de público. Los años 2005 y 2006 representaron una nueva etapa institucional. Se dejaron los eslóganes y se presentó solo como Centro Cultural Matucana 100. Se concretaron las remodelaciones de la Galería de Artes Visuales y el Espacio Patricio Bunster, que fueron recuperados para acoger nuevas creaciones.


Nueva etapa

El terremoto de 2010 dejó al edificio en donde funciona la Galería de Artes Visuales, construido en 1911,10​ con problemas estructurales, suspendiéndose toda actividad durante el año en ese espacio.1​ Los daños del terremoto obligaron a impulsar un plan maestro ​ y estratégico a cinco años, para abordar las necesidades de infraestructura. Se rehabilitó de la Galería de Artes Visuales, se construyó la Mircrosala ​ y el Cine M100​ y la Huerta M100 (diseñada inicialmente por la artista visual Caterina Purdy).
Dentro de la programación se desarrolló un festival de música llamado MFest, con seis ediciones desde 201316​ a 2019; se amplió y diversificó la cartelera de cine, con énfasis en las producciones nacionales; se realizaron muestras permanentes de videoarte en la Galería Concreta,17​ se desarrolló la danza urbana, el teatro familiar y escolar y la alianzas con importantes festivales como Santiago Off, Santiago a Mil, Famfest y Femcine.

martes, 29 de septiembre de 2020

Monumento al almirante Gotuzzo-a

Biografía

Tito Lorenzo Gotuzzo Borlando (Concepción,​ 1920-15 de noviembre de 1979) fue un contraalmirante y contador general chileno.  
Estudió en los Padres Franceses de Concepción. Egresa de la escuela naval como Oficial Contador en 1941;Estuvo en la misión naval de Chile en Washington, entre 1955-1956; contador general, jefe de departamento de la dirección de Contabilidad de la Armada entre 1967-1969; subdirector de Abastecimiento y Contabilidad de la Armada 1970;Trabajó en los Astilleros y Maestros de la Armada (ASMAR).
Fue el primer ministro de Hacienda del régimen militar de Augusto Pinochet, cargo que desempeñó entre el 12 de septiembre de 1973 y el 11 de julio de 1974.  Posteriormente se desempeñó como presidente de Subcomisión de Hacienda y Economía de la Primera Comisión Legislativa.
Falleció el 15 de noviembre de 1979.Monumento a Gotuzzo en la parte trasera del edificio del Ministro de Hacienda.
Casado con Julia Montenegro, y tuvo cuatro hijos. Fue enterrado en el Cementerio Santa Inés de Viña del Mar .

Monumento a Gotuzzo en la parte trasera del edificio del Ministro de Hacienda.


Homenajes

En diciembre de 1980, fue inaugurada la calle peatonal Lorenzo Gotuzzo, ubicada en el sector poniente del Ministerio de Hacienda, entre las calles Bombero Salas y Moneda.​ El 1 de marzo de 2016 la Municipalidad de Santiago decidió el cambio de nombre de dicha calle, reemplazándolo por Amanda Labarca a partir del 6 de marzo.



La ciudad de Santiago se han bautizado varias calles con nombres de personajes ya sea muy controvertidos o ilustres desconocidos. Entre los primeros están las Calles Primo de Rivera en Maipú y Cerrillos, las cuales no se sabe si fueron nominadas  así en honor al dictador español Miguel Primo de Rivera, o a José Antonio, el fundador de la organización política Falange Española, o coronel realista del mismo nombre peleo en la batalla de maipo. También en La Pintana existe la calle General Francisco Franco  y en Puente Alto una con el nombre del dictador colombiano Gustavo Rojas Pinilla.

Entre la segunda categoría, los poco conocidos, está esta pelota con cadenas que cuelga de dos ventanas traseras del ministerio de Hacienda. Fue colocada en homenaje al almirante Lorenzo Gotuzzo, quien se desempeñó como primer ministro de Hacienda del gobierno de Pinochet  y falleció producto de una enfermedad.  Su carisma debe haber sido enorme porque además de la esfera bautizaron con su nombre un tramo  de la calle Valentin  Letelier que pasa por detrás del ministerio.
Es una lastima que tales gracias se perdieran en la historia y hoy día no sepamos a ciencia cierta cual fue el motivo de tanto homenaje.  Aunque, por otro lado, Gotuzzo puede representar al último ministro de Hacienda no neoliberal y “chicago boy” de Chile. 
Después de el asumió Jorge Cauas, inaugurando el reinado en Hacienda de los economistas de extrema derecha, tradición  que continuaron todos los gobiernos pos dictadura.

Desde este punto de vista la pelota de Gotuzzo puede tener sentido. Se trataría de un monumento a una especie de ultimo mohicano.

lunes, 7 de septiembre de 2020

Monumento al General René Schneider.-a


Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; Anllela Hormazabal Moya ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Alamiro Fernandez Acevedo; Francia Carolina Vera Valdes; Tatiana Flor Maulén Escobar; Raúl Meza Rodríguez; 



Autor: Carlos Ortúzar
Técnica: Escultura en Acero 
Colección: Monumento público, Rotonda Kennedy, Santiago


La obra escultórica de Carlos Ortúzar estuvo determinada por la investigación de los materiales, específicamente con las novedades en el campo material que obtenía la producción industrial. Carlos Ortúzar se ocupó por una Parte en la experimentación con materiales poco ortodoxos como perfiles de aluminio y acrílico y por otra a desmantelar de recursos decorativos a su escultura. Esto significó la depuración de las formas hasta los elementos mínimos como verticales y horizontales que responde también a la forma primaria de los elementos constructivos. “Monumento al General René Schneider” corresponde a los postulados del artista que según testimonio creía que la exposición monumental de la obra de arte completaba el trabajo hecho en el taller.

domingo, 6 de septiembre de 2020

El Monumento a los Héroes de Iquique en Santiago.-a

 


El Monumento a los Héroes de Iquique, llamado también Monumento de las Glorias Navales o a los Héroes de la Esmeralda,​ se ubica en la plaza Capitán Prat, en la intersección de las calles 21 de Mayo e Ismael Valdés Vergara, en el centro de Santiago, Chile. Inaugurado el 28 de mayo de 1962 cuando era alcalde e intendente de la ciudad el general de brigada (R) Ramón Álvarez Goldsack, fue el primer monumento erigido en la capital del país en honor a los héroes del combate naval de Iquique.

Descripción

El monumento está compuesto por una pirámide de 25 metros de altura que imita un faro; tiene 12 metros de base y se halla montado sobre una plataforma escalonada circular de unos 20 metros diámetro, con escalera espiral interior hasta su cima. En su base occidental se alza el conjunto escultórico principal, obra de José Carocca Laflor, que muestra a Arturo Prat mirando hacia el mar y alzando su mano izquierda hacia el horizonte. La figura de Prat es la principal y más destacada de todo el grupo escultórico, de 3.60 metros de altura, mientras que las otras alcanzan 3.20 metros; junto a él se ubica el sargento Juan de Dios Aldea, detrás de este, un marino; al otro lado, un marinero con un hacha preparándose para el abordaje y, a espaldas del héroe, una alegoría a la República. Debajo del conjunto principal, escrita en un costado de un bloque de piedra, se lee la carta de Miguel Grau Seminario dirigida a la viuda de Prat, Carmela Carvajal, luego de la contienda.
La escultura en yeso que dio forma a las figuras de bronce es obra José Carocca Laflor, el diseño de la base y la torre son del arquitecto Gustavo García Postigo, quien falleció poco antes de concluido el monumento, mientras la cantería, el pedestal y la estructura de piedra del faro estuvo en manos del escultor Moisés Busquets Montalva.
La torre tiene relieves a ambos lados cerca de la base con las figuras de lord Cochrane y Manuel Blanco Encalada arriba, esculturas de medio bulto de Carocca Laflor que simbolizan la guerra, la gloria, la victoria y la paz.

En la cara oriental del monumento una alegoría femenina, que mira en dirección hacia la cordillera de los Andes; más abajo y sobre la puerta que da a la escalera interior espiral está grabada la arenga de Prat antes del combate: Muchachos la contienda es desigual. N nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo y espero que no sea esta la ocasión de hacerlo. Mientras yo viva, esa bandera flameará en su lugar. Y si yo muero mis oficiales sabrán cumplir con su deber.

sábado, 5 de septiembre de 2020

Arturo Hevia, el escultor detrás de los monumentos a Allende y Merino.-a


Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; Anllela Hormazabal Moya ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Alamiro Fernandez Acevedo; Francia Carolina Vera Valdes; Tatiana Flor Maulén Escobar; Raúl Meza Rodríguez; 


Una mañana de comienzos del 2000 Arturo Hevia se encontraba trabajando en su taller, a un costado de su casa. El último lustro había estado bastante ocupado, tras terminar la estatua del ex presidente Eduardo Frei Montalva, se había embarcado en el proyecto del monumento a Salvador Allende. Justamente estaba trabajando en el modelo de greda cuando sonó el teléfono. Contestó, con los dedos todavía rojizos.

-Habla usted con el secretario del presidente Frei- le dicen desde el otro lado del auricular-. El presidente quiere inaugurar el monumento de Salvador Allende antes de terminar el mandato.

“Imposible”, fue lo primero que pensó Hevia. Lo habían llamado en febrero, y el cambio de mando era el próximo mes. Pero tenía razones más personales para decir que no.
 
“El monumento a Frei se hizo en sólo nueve meses, porque la Fundación Frei estaba constantemente encima de mío- recuerda Hevia-. Venía mucho el hermano menor de Frei, pero Eduardo nunca vino al taller. Y después se inauguró en el ´96 con un discurso del presidente en la Plaza de la Constitución, en el que no mencionó en ningún momento el monumento ¡ni siquiera me mencionó a mí! ¡ni siquiera me saludó!”.

-No, realmente no se puede, porque no está listo- contestó el escultor.

-No, es que el Presidente quiere inaugurarlo, así que usted tiene que pagar horas extras para que salga el monumento- le insistió su interlocutor.

-Mire, la fundición es un proceso muy complejo, si se llega a equivocar alguien por hacerlo acelerado me puede costar muy caro. Un error es muy grave.

-¡No, usted tiene que hacerlo, le voy a exigir que lo termine, muéstreme su contrato!

Al escuchar eso, Hevia se tomó un minuto de silencio, como de satisfacción, y le contestó calmadamente:

-Mire, en realidad, la Fundación Allende tiene tanta confianza en mí, que ni siquiera he firmado un contrato. Hasta luego.

El artista.



Luis Arturo Hevia Salazar (Santiago, 1952) reside hace 20 años en Colina, en una casa ubicada casi en la cima del cerro La Campana. Allí, con una vista privilegiada, y un amplio espacio, trabaja hasta hoy en sus estatuas. Entrando a su propiedad, lo primero que se ve es una hilera de bustos. Modelos en base a los cuales realizó algunas de sus obras más conocidas, como la efigie de Jorge Montt (cuya versión final se encuentra en la Galería de los Presidentes en La Moneda), Jaime Guzmán (actualmente en la Plaza de Los Ángeles), Claudio Arrau (Chillán) y Arturo Merino Benítez, entre otros. Irónicamente, los bustos de Salvador Allende y del Almirante José Toribio Merino se ubican juntos. “La otra vez era más divertido porque estaba Guzmán, Allende y Merino juntos”, cuenta Hevia.
El escultor atraviesa el patio de su casa apoyándose en un bastón. Lo empinado de su vecindario le pasó la cuenta hace no mucho: una caída lo dejó con bota ortopédica. En el living de su hogar, almacena algunos de sus últimos trabajos, los “nudos desnudos”. Se trata de esculturas que vistas desde cierto ángulo parecen nudos, pero por el otro asemejan a mujeres desnudas. Atrás se encuentra su taller. Allí amontona herramientas, maniquíes, esculturas de madera y, desde luego, maquetas de otros trabajos, como la estatua Juan Pablo II en la Casa Central de la Universidad Católica, y el diseño original que había hecho para el monumento a Salvador Allende. “Y pensar que yo partí haciendo esculturas de plasticina”, recuerda hoy.
Su temprana vocación artística hizo que a los 9 años su madre lo matriculara en un taller impartido por el connotado escultor Totila Albert. A los 13, Hevia tomó la decisión de entrar a la Escuela Naval, pero sólo estuvo tres meses. "Crecí toda la vida en el campo, yo era independiente. El uniforme era bonito y todo, pero me gustaba la libertad", asegura Hevia.
Vivió buena parte de su infancia en Rinconada de Maipú, debido al trabajo de su padre, agrónomo. Posteriormente, entró a la carrera de Agronomía en la Universidad de Chile. Tras un semestre, terminó cambiándose a Arte en la Universidad Católica. Finalizó la carrera en cuatro años, poco después del golpe militar.
A consecuencia de este último, la universidad despidió a varios académicos, entre ellos el escultor Mario Irarrázaval, quien fue reemplazado por Hevia. Lo que le permitió estar dictando clases con sólo 22 años. Entremedio, cursó una maestría en la Universidad de La Soborna. “Perdí el tiempo haciendo clases, porque dejé de hacer esculturas, hasta que participé en un concurso para hacer el bombero de Magallanes en el ´89. Lo gané, esa fue mi primera estatua pública. El fundidor vio que tenía aptitudes, y los bustos que le encargaban a la fundición me los mandaba hacer a mí", recuerda el artista, quien desde entonces cuenta con cerca de 60 esculturas públicas a su haber.

Entre los extremos

"Yo crecí en el campo, en la naturaleza. Yo sé lo que es la selección natural. El que tiene mayores capacidades es el que sobrevive. Tú puedes tener buen corazón, apoyar a los débiles, pero la cuestión no funciona así. Porque a la larga, si tú no sigues los cauces del mercado todo caga. Y las buenas intenciones no sirven para nada", asegura Hevia cuando le consulto por sus convicciones políticas.
Aunque ya no hace clases en su alma máter, cinco de sus alumnas lo siguieron hasta su casa-taller, donde todos los jueves dicta un taller de escultura.  Una de ellas, exiliada, afirma que reina la camaradería y buena onda en las clases, pero que tratan de evitar hablar de política.

-¿Por qué cree que lo seleccionaron a usted para hacer la estatua de Allende?

- Yo ni siquiera participé. Tras una primera convocatoria, se declaró desierto el concurso. Y después, yo estaba haciendo la estatua de Frei, y me llamaron de la Fundación Salvador Allende para pedirme que participara. Pasa que cuando se hizo la convocatoria, los escultores, todos son de izquierda, (excepto uno o dos) querían hacer algo abstracto. La Fundación quería que se reconociera la imagen del presidente. Pero ellos querían hacer algo como el monumento al general Schneider que está en Kennedy. Y yo dije ¡pero weón! va llegar 10 años después un obrero con su hijo y le va a decir "este es el monumento al presidente Allende” ¿qué le va a significar a ese niño? ¡no va a entender nada! va a pensar que el presidente era un fornicador terrible, porque le hicieron un monumento al falo. Bueno, se hizo el concurso, y yo empaté el primer lugar con Ricardo Meza. Originalmente yo había puesto a los obreros abajo y una familia, algo parecido a lo que hice con Frei. Pero empatamos y la gente de la fundación me dijo "mira, está súper bien, pero abstrae un poco al personaje”.

Hevia repasa hoy los distintos problemas técnicos que tuvo que afrontar para concretar el monumento. “La Isabel (Allende) dijo que quería colocarlo frente a Morandé 80. Yo le dije ¿cómo vas a colocarlo ahí? ¡va a parecer castigado, va a estar contra el muro, no hay espacio! yo sugerí Moneda con Morandé. No se podía, porque era una ventilación del subterráneo. Y yo le dije 'yo te meto la ventilación adentro'". Originalmente, allí se ubicaba un monolito que actuaba como ventilación de oficinas. Función que pasó a sustituir la estatua. Razón por la cual el interior del pedestal está hueco, y las dos placas (donde se leen el nombre y un fragmento del último discurso de Salvador Allende) levemente separadas de la superficie, para dejar expeler el aire.

- Hubo toda una cocinería detrás del monumento. Pero se perdió la parte romántica que le tenía pensada- explica Hevia-. Yo pensé el monumento como un homenaje a mi padre, radical y masón. Él me enseñó a ser tolerante. Yo pensaba, Allende está muerto, pero es un mártir. ¿Dónde vive Allende? en la memoria del pueblo. Y va a estar frente a La Moneda. Entonces, el pueblo marcha a La Moneda, levantando una bandera. Por eso que, en el diseño original, a un lado del pedestal están los obreros, y al otro hay una familia. Ambos sostienen el mástil de una bandera. Y en la bandera, en su imaginación, se cristaliza la imagen del presidente que ellos veían. Y es por eso que sale envuelto en la bandera flameando, tomando la imagen de Balmaceda, que también es un mártir. Y no se nota mucho, pero en la bandera todavía hay un mástil que baja por el costado.

- Siendo usted más cercano a la derecha ¿nunca fue un conflicto hacer un monumento a Allende?

- ¿Por qué? Si todos tenemos derecho a tener una forma de pensar. En mi familia hay de todo tipo de pensamiento. No porque mi hermana sea de izquierda yo la voy a matar. Y yo la respeto, ella tiene sus ideas distintas a las mías. Quién sabe si yo tengo toda la verdad o ella tiene toda la verdad, probablemente sea una mezcla de los dos. Y Allende es parte de un proceso histórico chileno. Lo que hoy somos es en parte por lo bueno y lo malo que hizo Salvador Allende. El pasado es pasado, y tenemos que construir algo para adelante ¿qué sentido tiene quitarle la categoría de hija ilustre a Lucía Hiriart en Conchalí? ¿qué ganas con eso? ¡nada!

- Hay quienes argumentan que es un asunto de memoria.

- Es que eso no va a borrar lo que se hizo. Eso ya quedó, ya fue así. Y yo creo que nadie se acuerda que es hija ilustre. No perdamos el tiempo en tonteras, construyamos pa´ adelante. Y Allende es parte de esa historia. Él no hizo lo que hizo por maldad. Creyó que lo estaba haciendo bien. Él no tenía idea de economía. Pero él creía que lo estaba haciendo bien. Y no por eso lo vas a sacar de su emplazamiento. Él se equivocó. Fue un gran hombre, pero los grandes hombres también se equivocan.



- Siempre se dice que Chile es un país de izquierda, y que el 99% de la cultura y las artes lo monopoliza la izquierda ¿eso nunca ha sido un problema para usted? ¿no le han cerrado puertas?

- Sí, pero a mí me da maní. Porque yo sé lo que hago. En la universidad, de hecho, hubo problemas antes de que yo saliera, en 2011, porque yo era uno de los pocos que tenía una opinión distinta. Entonces claro, me “hicieron la cama”, pero yo sé lo que soy. Entonces me vine para acá, donde sigo haciendo mis esculturas. Y mis alumnas me siguieron acá. Hoy hay una que está exponiendo en Ushuaia, que después se irá a exponer a Europa, por ejemplo; hay otra que tiene una casa-galería, y así. Entonces, si quieren revolverse en la mierda, allá ellos. Ellos quedan en su pobreza. Hay una gran pobreza espiritual. Pero hay gente que no es así, como el José Balmes, que en paz descanse. Esa amargura yo la entiendo. Pienso que si me hubieran matado a mis padres, lo llevaría como un cuchillo clavado en el pecho. Pero no por eso voy a concordar con lo que ellos produzcan desde su amargura.

- Después de inaugurar la estatua de Allende, usted dijo que también sería capaz de hacer un monumento a Pinochet. Y en 2002 inauguró la estatua al almirante José Toribio Merino. Hay gente que lo tildó de "mercenario de las esculturas" por ese pensamiento.

- Sí, sí, me lo pusieron por ahí, pero es lo que te decía, él es parte de la historia. Y hay chilenos que siguen pensando que Pinochet fue un gran presidente. ¿Por qué ellos no van a tener derecho a tener un monumento? gracias a él, o por desgracia de él, Chile es así. Yo creo que gran parte de lo que es hoy Chile es porque Pinochet se dio cuenta que no era muy inteligente, y llamó gente que sí lo era para reorganizar la economía, porque Allende se encargó de destruirla. Si no hubiera estado destruida, no se hubiese podido hacer lo que se hizo. Como en Alemania y Japón después de la guerra. Son todos sujetos de la Divina Providencia que se pusieron para que las cosas funcionaran. Mi visión como escultor es tratar de interpretar a un personaje en el momento que actuó en la sociedad. Yo soy un testigo de la historia y tengo que conservarme en ese sentido. Yo puedo hacer un monumento a Merino, Pinochet, Allende, y voy a hacer todo lo posible porque sea lo más fiel posible a la coyuntura que le tocó vivir.

- ¿Pero usted llegó a hacer una estatua de Pinochet, correcto?

- Lo que pasa es que a mí me llegó un encargo de Harold Crow, un millonario texano. Él tiene un jardín que llama “el jardín secreto”, donde colecciona réplicas de monumentos de dictadores de todo el mundo. Tiene réplicas de Stalin, de Fidel Castro, y de Ceausescu. Es más, para la guerra en Irak, mandó gente a Medio Oriente a traerse estatuas de Sadam Hussein ¡a ese nivel está! es como un Rául Schüler, pero él si paga por lo que tiene jaja. Bueno, a mí me contactó Tie Sosnowski, un empleado de Crow encargado de conseguirle las estatuas. El dilema es el siguiente: como requisito tenía que ser una réplica de una ya existente. Y como no existía una estatua de Pinochet, Sosnowski contactó a Marco Antonio, al hijo de Pinochet, y le ofreció una copia para instalarla en Los Boldos. De modo que el encargo era doble. Y yo hice una maqueta de un metro que mandé a una fundición en Orlando. Allá la ampliaron a tres metros, en consecuencia se perdieron detalles, y me pidieron que viajara a Estados Unidos a arreglarla. El problema es que no me habían pagado nada, yo les dije que esto no lo hacía gratis, que por último me pagaran el viaje. En fin, tras varias peleas, el viaje quedó en nada. Y yo le perdí la pista a esa maqueta. No sé si alguien más la llegó a realizar. Quizás está la estatua en el jardín secreto, o en Los Boldos. Esto debió ser entre el 2006-2011.

- En este minuto hay un proyecto en el congreso para sacar la estatua de Merino del Museo Naval. Si se llega a concretar, usted ¿qué pensaría?

- Yo creo que no corresponde. Porque así como tratan de sacar a Merino, José Antonio Kast quiere sacar a Allende. Entonces yo estoy por los dos lados. Y Merino hizo lo que le tocó hacer como sujeto de la historia. Si él es parte de la historia. No tratemos de borrarla, si la historia no la vamos a cambiar. Ya fue. Miremos para adelante. No perdamos el tiempo mirando para atrás. Si hay gente que lo respeta y lo quiere. Todos tenemos derecho a pensar como pensamos y todos tienen derecho a tener una escultura.

Levantando la cruz

Todavía activo, son varios los proyectos que mantienen ocupado al veterano escultor. Uno de ellos, para la región de Magallanes, es el monumento al Piloto Pardo, quien lideró el rescate de los náufragos del bergantín británico Endurance en la Antártica. Otro uniformado que se encuentra en su lista de pendientes es el Marinero Fuentealba, quien falleció en forma heroica salvando a sus compañeros durante el naufragio del Janequeo en 1965.
 “Me parece que son esos pequeños héroes los que uno tiene que tener presente. No podemos poner en todas las comunas un Prat y un O´Higgins. Hay muchos héroes locales que son ejemplos. Todos podemos ser héroes en nuestro espacio, y debemos tener ejemplo de eso”.

Por estos días, el nombre de Hevia ha vuelto a la palestra pública tras la inauguración del monumento a Lord Cochrane en Alameda con Ejército, evento que contó con la presencia de la princesa Ana de Inglaterra.

- La estatua de Lord Cochrane está inspirada en su homóloga de Valparaíso, ¿qué diferencias existen entre una y otra?

- Es el punto de partida. Yo dije, no voy a hacer una copia, sino una versión inspirada en el monumento de Valparaíso. Fuimos a verla y dije "hay tres cosas que no me gustan". Una, que tiene una manito para atrás, no es de un almirante que fue capaz de tomar los fuertes de Valparaíso y el Callao. Un hombre acostumbrado a empuñar la espada no anda con la mano para arriba, sino cerrada. Segundo, viendo todas las pinturas de Cochrane, él se peinaba para adelante, en esa época todos se peinaban así. Y en Valparaíso sale con el cabello peinado hacia atrás. Lo otro es que ese no tiene pupilas. Tiene los ojos muy grandes porque están en blanco. Y yo dije, voy a darle vida, quiero que se sienta el personaje. Entonces, le cambié el pelo, la mano, le puse pupilas y le di mi visión del personaje. Creo que es lo que tú haces siempre como escultor. En el fondo, yo soy un periodista de la historia. Trato de representar lo mejor que puedo al personaje en una coyuntura determinada.

- ¿Qué opina que se haya emplazado en un pedestal abandonado, donde antes estaba José Miguel Carrera? ¿qué le parece esta suerte de "reciclaje patrimonial"?

- Yo no tuve nada que ver con esa parte. Les hice ver las inconveniencias de ese emplazamiento. De hecho hice un dibujo de cómo debía ir, sugerí sacar una torreja del pedestal, partirlo por la mitad y dejarlo como respaldo. Como está Balmaceda con el obelisco atrás, porque ésta estatua no se ve. Es una hormiga arriba de ese enorme pedestal. Pero aparentemente hubo un problema de costos.

- Usted mencionó a Raúl Schüler ¿qué pensó cuando salió la noticia?

- Pensé que ahí podía estar una de las esculturas que me robaron. Hace 2 años hice una exposición en un centro comercial de aquí, en el Puertas de Chicureo, sobre mis nudos desnudos. Y me robaron una escultura de 1.8 millones de pesos. Tengo el vídeo, y la patente del auto en que se lo llevaron ¡hasta la dirección del auto! Lleve este material en octubre a la comisaría. Me tramitaron harto, y en julio del otro año me llaman y me dicen "es probable que en alguna de las redadas que hacemos podremos reconocer la suya...".

- ¿Usted qué cree, qué mueve a un empresario a robar estatuas? porque él perfectamente podía mandar a hacerlas.

- Es un fresco de raja. Un tipo que tiene tanto poder que se siente intocable y que puede pasar por encima de la gente, de las reglas, de la sociedad. Porque está robando obras públicas, que son de todos. Se siente tan poderoso que se caga en los demás, que dice "las robo, las pongo en mi casa, y no se van a dar ni cuenta". O sea, un tipo así evidentemente no tiene moral. Es un amoral, ni la conoce. A qué nivel de confianza estará que prestó la casa para que le tomaran unas fotos.

- La estatua de Rebeca Matte frente al Museo de Bellas Artes la rayaron al día siguiente de ser restaurada, ¿cree que en Chile estamos al debe en cuanto a esculturas públicas, en proteger este patrimonio?

- Yo creo que sí. Pero más que al debe de proteger, yo creo que de educar. Porque hay una tropa de infelices que se la pasa rayando todo. Y no son muralistas que hagan cosas interesantes, lo único que hacen es rayar, y poner su tag, su firma ¿con qué objeto? ahora, si tú lo analizas, desde el punto de vista sicológico, es gente que no tiene nada, ninguna posibilidad de salir socialmente, porque a lo mejor es un disminuido intelectual o no ha tenido posibilidades culturales. Y una forma de hacerse conocer es rayar, poniendo su firma. "Ahí estuve yo" y los amigos dicen "ahí estuvo Pedro González". Es una forma de ponerse en valor, pero el tipo no entiende el daño que está haciendo, y no respeta.

- ¿Le ha tocado ver este tipo de vandalismo de cerca?

- En la parte baja de Baquedano está el monumento del soldado desconocido. Le han robado el fusil no sé cuántas veces. Una vez le sacaron el brazo y el fusil, que me tocó restaurarlo a mí. Lo agarraron con una soga y una camioneta y lo jalaron hasta sacarlo. Lo venden al peso, porque el bronce es 85% cobre. Y el cobre vale como 3 dólares la libra. 5 lucas el kilo. Y si tú ves otros monumentos, hay muchos relieves con soldados, con caballitos ¡todas las patas y colas de caballo se las han sacado para venderlo al kilo! Entonces, yo creo que no es un problema de cuidar las obras públicas, sino de educación. No podemos estar todos los días con un paco o guardia municipal detrás de la escultura. Hay que partir por educar a esos pobres infelices que no tienen idea de lo que están haciendo.

- En retrospectiva, ¿cuál es su estatua favorita de las que ha hecho?

- La mejor, por lejos, es la cruz del cerro Primo de Rivera de Maipú. Fue un encargo del alcalde, Herman Silva (DC), que quería hacer un monumento ecuménico. Él iba a la reelección y tenía 6 meses para las municipales. Yo quería hacer una cosa grande, pero necesitaba como 2 años, y de repente se me ocurre una idea y le digo al alcalde "lo que podemos hacer es no hacer el Cristo".

La que considera fue una de sus ideas más geniales consistía en realizar un Cristo calado en la cruz metálica. La  simpleza de la técnica, le permitió tenerlo listo en sólo dos meses. Así y todo Silva no fue reelecto.

El proyecto era significativo para el escultor no sólo por ser católico, sino porque en Maipú vivió casi toda su juventud. La cruz, de diecinueve metros de alto, y veinticuatro toneladas, se incorporó mirando en dirección hacia el Templo Votivo de Maipú. Por temas de agenda, Hevia no pudo estar el día en que la instalaron. De modo que la primera vez que la vio de pie fue durante la ceremonia de inauguración. Tan impactado quedó, que se puso a llorar. 
Es muy interesante lo que pasa ahí, porque la cruz es la tierra y Cristo es el cielo. El cielo siempre se mueve, y si tú te paras abajo de la cruz, tú vez que el Cristo está respirando, oscilando. Y el Cristo es alternativamente nublado, estrellado, celeste, o azul. Se pintó con pintura perlescente, de manera que se viera de lejos como que la cruz irradia la luz. Pero estuvo mucho tiempo sin mantención y después la pintaron con pintura blanca corriente, de modo que ya no produce el efecto original. Pero era muy bonito. Hay una cosa mágica que logré en esa obra”.

La ceremonia fue una mañana de septiembre del año 2000. Puesto que se trataba de un Cristo ecuménico, contó con la presencia de obispos, pastores evangélicos y protestantes. Además de colegios e instituciones de beneficencia. Hevia era sólo uno más en medio del numeroso público, el cual formaba un semicírculo en torno a la cruz. Desde la tarima, el maestro de ceremonias daba un discurso donde mencionaba y agradecía a los distintos gestores del proyecto, entre ellos obispos, autoridades y fundaciones. “Y por supuesto, un aplauso para el escultor, Arturo Hevia” declamó el maestro de ceremonias, tras lo cual, la multitud ovacionó al maipucino. 
Yo no lo podía creer, primera vez que siento que la gente me aplaude. Yo atiné sólo a saludar. Fue algo emocionante”, recuerda el artista.

viernes, 4 de septiembre de 2020

Monumento a los mártires de Carabineros de Chile.-a

 

Esteban Aguilar Orellana ; Giovani Barbatos Epple.; Ismael Barrenechea Samaniego ; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; -Rafael Díaz del Río Martí ; Alfredo Francisco Eloy Barra ; Rodrigo Farias Picon; Anllela Hormazabal Moya ; Patricio Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda; Jaime Jamet Rojas ; Gustavo Morales Guajardo ; Francisco Moreno Gallardo ; Boris Ormeño Rojas; José Oyarzún Villa ; Rodrigo Palacios Marambio; Demetrio Protopsaltis Palma ; Cristian Quezada Moreno ; Edison Reyes Aramburu ; Rodrigo Rivera Hernández; Jorge Rojas Bustos ; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba ; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala ; Marcelo Yañez Garin; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Alamiro Fernandez Acevedo; Francia Carolina Vera Valdes; Tatiana Flor Maulén Escobar; Raúl Meza Rodríguez; 

MONUMENTO A LOS MARTIRES
DE CARABINEROS DE CHILE
Y CRIPTA DEL TENIENTE HERNAN MERINO CORREA

Gloria y Victoria es el nombre dado al monumento conmemorativo a los mártires de Carabineros de Chile caídos en acto de servicio. Ubicado a la altura del 200 de la Avenida Libertador General Bernardo O'Higgins, en Santiago, capital del país, está hecho en concreto con revestimiento de losas de piedra y posee una altura de 23 m. Dicha obra fue hecha por el escultor chileno Héctor Román Latorre.

Historia

A través de la ley 18614 del 27 de abril de 1986, se autorizó la creación de dicho monumento con el patrocinio del entonces general director de Carabineros Rodolfo Stange Oelckers. El propósito del monumento es rememorar y homenajear a los uniformados policiales fallecidos prestando servicio al Estado de Chile, desde la fundación de la institución en 1927 hasta la actualidad. Fue inaugurado oficialmente en una ceremonia solemne el 26 de abril de 1989, el día previo a la conmemoración del 62.º aniversario de la institución.

En noviembre y diciembre de 2019, durante las protestas producidas por el estallido social, el monumento, cercano a la Plaza Baquedano, sufrió ataques por parte de encapuchados, con rayados y otros daños.

Iconografía

El monumento consta de tres columnas, donde las dos laterales cubren a la columna central, sosteniendo el escudo de Carabineros. En la columna central, más alta que las dos laterales, se encuentra en su cúspide una escultura femenina, una representación alegórica de la «gloria» y «victoria» que alcanzan los carabineros fallecidos trabajando por la Patria. Ella sostiene las mortajas de los policías caídos en gratitud de haber sacrificado su vida.



Panorámica del monumento delante del edificio de la Mutual de Seguridad



Extracto final del Juramento de Servicio a Carabineros de Chile

Placa con palabras de Gabriela Mistral dedicadas a Carabineros








Detalle de la escultura femenina sobre el monumento




Relieve de la Unidad de la Policía Montada de Carabineros




Santiago, Alameda Bdo. O´higgins altura 230, 
Metro Universidad Católica - Baquedano
El monumento hace frente a la Iglesia San Francisco de Borja
de Carabineros de Chile

jueves, 3 de septiembre de 2020

Fuente Bicentenario y Monumento a José Enrique Rodó.-a

                                                                      "Primera vez vi

fue con el señor Pino
Mi gran maestro de arte"

parque 

estatua 


El monumento a Rodó (1944)

La creación del monumento en homenaje al intelectual uruguayo José Enrique Rodó de Tótila Albert no pasó desapercibida para nadie. Ya un año antes de su finalización, el viernes 5 de marzo de 1943, el periódico uruguayo El Plata informaba, junto a tres fotografías del proyecto, sobre el avance en la construcción de la estatua. Asimismo, un mes antes de su inauguración, el diario La Nación reconoció en las figuras esculpidas de "Ariel" y "Calibán" el sello de la amistad entre Chile y Uruguay y, en Albert, al responsable de una "hermosa obra artística" ("En octubre próximo se inaugurará en Santiago monumento a Enrique Rodó". La Nación. Santiago, 25 de septiembre, 1944).
estatua 

El acto de inauguración del monumento se realizó el 12 de octubre de 1944 en el Parque Gran Bretaña, actualmente conocido como Parque Balmaceda, ubicado en la comuna de Providencia, Santiago. Dicho acto contó con la presencia de figuras de la política chilena y del Embajador Extraordinario de la República de Uruguay, Dardo Regules. En la ocasión, según escribió El Mercurio de Valparaíso, el alcalde de la comuna, Rafael Vives, "se mostró muy complacido de haberle correspondido a la comuna de Providencia, la honrosa misión de guardar la escultura del ilustre pensador uruguayo, José Enrique Rodó" ("En brillante ceremonia fue inaugurado ayer el monumento al pensador José Enrique Rodó". El Mercurio, Valparaíso. 13 de octubre, 1944).
estatua 
No obstante la aprobación que el monumento alcanzó entre las autoridades y en la prensa, el mismo día de la ceremonia, el diario El chileno lo criticó abiertamente por considerarlo "una burda escultura carente de toda expresión artística. Esta 'obra' de arte fue y es criticada por El chileno porque constituye un desacato a la ilustre personalidad de José Rodó" ("Hoy se inaugura un adefesio". El chileno. Santiago, 12 de octubre de 1944). Del mismo modo, el periódico El Imparcial recogió la opinión de Juan Errázuriz Echeverría, quien atacó la obra "que con justicia censura la opinión pública en general, pues en ella no solo se perciben a primera vista sus defectos sino que da una impresión grotesca de conjunto, no habiendo en ella gracia ni fuerza de expresión" ("¿Una obra maestra?" El Imparcial. Santiago, 10 de octubre, 1944).

estatua 
Por otro lado, el escritor Alberto Ried, luego de la inauguración del monumento, hizo hincapié en las características estéticas que alejaban el trabajo de Tótila respecto de manifestaciones escultóricas "miméticas". En el diario Las Últimas Noticias escribió: "Para comenzar, es preciso tomar en cuenta que este discutido artista ha conseguido, por fin, emancipar a tan difícil arte del servilismo realístico y pedestre en que la escultura criolla y monumental se hallaba encharcada" (Ried, Alberto. "El Monumento a Rodó es una gran obra de arte". Las Últimas Noticias. Santiago, 18 de octubre, 1944).
estatua 

Otros escritores también defendieron el Monumento a Rodó. Raúl Cuevas escribió un artículo alabando la creación de Tótila Albert: "Nuestra ciudad amplia y de ventanas que se miran hacia un muro de nevadas cordilleras, entre rosas y verdeguear de fiesta, muestra la gracia del primer monumento digno y espléndido. Nada puede cercarlo, de otra cosa, que admiración, por su sentido de creación, por la vigorosa expresión de sus figuras, por la calidad vibrante y animada de sus rasgos, en que las fuerzas del mal sostienen, entre dolor y materia doblegada, a lo grande y noble, que Ariel simboliza, para derramarlo en su obra alentadora de América" (Cuevas, Raúl. "Ariel y Calibán". La Segunda. Santiago, 20 de octubre, 1944).
Alejado de las polémicas que suscitó su obra, Tótila Albert llevó registro fotográfico de las etapas del proceso de creación del Monumento a Rodó, desde sus primeras maquetas hasta su instalación en el Parque Gran Bretaña.
estatua

Al frente de la Fuente Bicentenario del Parque Balmaceda, en la comuna de Providencia, se encuentra una escultura que probablemente has visto muchas veces, pero de la cual puede que no conozcas tanto. Se trata de un homenaje a José Enrique Rodó, un importante escritor y político uruguayo que, a través de sus libros, buscaba destacar los valores de la cultura latonoamericana.

Sin embargo, ¿cómo se transmite este mensaje en la escultura? ¿Quiénes son y qué representan los personajes?

Tótila Albert Schneider fue uno de los artistas chilenos de la llamada “Generación de Becarios de 1928” y uno de los primeros en transformar la escultura en términos de ejecución -al cambiar la técnica del vaciado por la del tallado directo- y representación. El origen germano de sus padres lo llevaría en 1915 a perfeccionarse en Alemania, donde habría llegado en medio de la Primera Guerra Mundial.
Tótila viviría en Berlín durante el período de entreguerras, una época de profusa producción cultural en el que la escultura pasaría por momentos fundamentales tanto en el ámbito teórico, en el área del monumento conmemorativo, en la influencia de la pintura expresionista y en la figura que trabajó Rodin. Todas estas son temáticas que podemos ver en el monumento que hizo en honor al escritor y político uruguayo, José Enrique Rodó, ubicado en el Parque Balmaceda de Providencia.
En el marco de las construcciones de gran escala, como la Costanera y la canalización del río Mapocho, que se realizaban en la comuna de Providencia durante los años 40, la alcaldesa Alicia Cañas, encargó instalar el “Homenaje a José Enrique Rodó” en un costado de las Torres del Tajamar. El importante intelectual uruguayo del modernismo latinoamericano, es conmemorado por medio de “Ariel” (personaje de Shakespeare utilizado por Rodó) en referencia a una de sus obras publicadas a principios del siglo XX dedicada a la juventud de América para que comprendieran los peligros del utilitarismo.
La pieza muestra un estilo formalista, pero renovado, y preocupada de los planteamientos de la teoría de la escultura sobre la forma y la mirada, realizados en aquella época, un estilo que no se concentra en los detalles sino que más bien privilegia la totalidad: la obra es pensada y construida en base a una unidad que se abre al espacio. La escultura se presenta tensionada, en tanto quiere representar una lucha; “Calibán”, que representa el materialismo, lleva el peso de Ariel, quien asciende, en representación de lo espiritual, lo bello y lo bueno.

José Enrique Rodó

(Montevideo, 1871-Palermo, 1917) Escritor uruguayo. Fue colaborador de Los Primeros Albores y fundador, junto con Martínez Vigil y Pérez Petit, de la Revista Nacional de Literatura y Ciencias Sociales (1895). Fue diputado a Cortes por el Partido Colorado (1902 y 1907) y se trasladó a Europa en 1916 como corresponsal de Caras y Caretas. Considerado como uno de los mayores ensayistas del modernismo hispanoamericano, es autor de Ariel (1900), en que propuso el idealismo espiritualista como rasgo de defensa cultural de los países de Hispanoamérica frente al creciente dominio EE UU, de Motivos de Proteo (1909), obra de filosofía moral, y de El mirador de Próspero (1914), recopilación de ensayos sobre escritores hispánicos. Otras obras a destacar son La novela nueva (1897), Liberalismo y jacobinismo (1906) y Nuevos motivos de Proteo (1927).
Rodó murió en el olvido en un hotel de Palermo (Sicilia) el 1 de mayo de 1917, a los 45 años de edad, no siendo trasladados sus restos a Montevideo hasta 1920.

Influencia

Los ensayos de Rodó, marcados por la defensa del americanismo y la crítica a la cultura norteamericana, tuvieron una extraordinaria difusión. Su tersa prosa y su agudo pensamiento han influido en el pensamiento de varias generaciones de toda América: el movimiento latinoamericano de la Reforma Universitaria, iniciado en 1918, lo consideraba uno de los «maestros de la juventud».

6.-La comuna de Quinta Normal.-a

Escudo de Armas   Quinta Normal es una comuna ubicada en el sector norponiente de la ciudad de Santiago, capital de Chile. Fue fundada en 19...