Diccionario de real Academia Española.
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Suburbio es un término propio de la geografía urbana, procedente del latín suburbium, para designar a las zonas residenciales de la periferia urbana o extrarradio; Estados Unidos. Las características de las zonas suburbiales o suburbanas, en el sentido que se le da en el urbanismo estadounidense, están determinadas por el componente social de su población: gente joven de clase trabajadora, que se establecen en multinúcleos menores dispersos cercanos a la ciudad y comunicados con buenos sistemas de carreteras hacia las periferias. El modelo de convivencia de la vida social es por amistades en espacios públicos, escuelas, plazas, fiestas, etc., que da uniformidad a los servicios e instituciones y a una calidad de vida de habitabilidad superior a la ciudad: espacios verdes, paisaje abierto, etc., pero trasladando los mismos problemas si no se cuida la planificación y se evitan los factores que han hecho declinar a las ciudades, algunas veces por cuestiones de justicia social con relación a instituciones educativas, sanitarias y de ocio, entre otras. Estos ciudadanos buscan la libertad personal como autonomía, mayores espacios entre las unidades familiares, sobre todo en América del Norte, que convierte las carreteras vecinales en calles orientadas hacia autopistas regionales y en mayor o menor grado es el modelo en Europa. Estas conurbaciones alcanzan su identidad como ciudades de un nuevo tipo: viviendas dispersas que disponen de centros comerciales, educativos, sanitarios y tecnológicos, que sirven a cada una de las porciones o núcleos de la nueva área metropolitana, magnificando en el mismo sentido la función clásica de la ciudad principal con el clásico cometido de centro administrativo y de servicios con menos habitantes fijos que han sido desplazados a los suburbios de viviendas más económicas o a los núcleos de expansión a una distancia razonable del lugar de trabajo. La evolución de los suburbios estadounidenses de 1830 a 1960 está clasificada en cuatro etapas;cada etapa corresponde a un período cronológico particular y recibe su nombre por el modo de transporte que predominaba en ese momento, y que fomentó el crecimiento hacia el exterior de la ciudad y el desarrollo de barrios residenciales: 1. Ferrocarril y suburbios de coches de caballos, 1830 a 1890; 2. Tranvía Suburbios, 1888 a 1928; 3. los primeros suburbios automotrices, 1908 a 1945; 4. Después de la Segunda Guerra Mundial y los primeros suburbios de las autopistas, 1945 a 1960. |
Suburbia. La construcción del sueño americano. Barcelona, España. ¿Quién no ha deseado alguna vez el sueño americano? Una casa grande con jardín, piscina y un par de coches en el garaje. Un sitio tranquilo y seguro para vivir en familia, cerca de la naturaleza y con un vecindario amistoso. La exposición recorre la historia cultural de este ideal de vida reproducido hasta la saciedad en la televisión, la publicidad o el cine y analiza la vigencia y los aspectos más controvertidos de este modelo urbanístico. «Suburbia. La construcción del sueño americano» nos sumerge en el imaginario de la casa familiar idílica y muestra cómo se ha vendido y potenciado este estilo de vida desde la ficción y la industria del entretenimiento. La exposición se remonta a los orígenes de los barrios residenciales a principios del siglo XIX, explica cómo se desarrollaron masivamente en los años cincuenta y repasa el contexto económico, político y social que hizo posible su imparable expansión por todos los Estados Unidos. En un momento en el que cada vez son más numerosas las familias que persiguen su propia versión del sueño en la periferia de las ciudades, resulta pertinente analizar las contradicciones de un modelo urbanístico cuya razón de ser fue la segregación social, étnica o de género. El sueño de vivir en una casa con piscina sigue muy vivo en la actualidad y se ha exportado en todo el mundo. La exposición muestra el impacto de este modelo altamente insostenible, basado en continuos desplazamientos en automóvil, con ejemplos de urbanizaciones que han surgido en torno a Barcelona o Madrid. A través de abundante material histórico, documentales de época, fotografías, pinturas, películas y series, novelas y revistas, obras de arte u objetos cotidianos, la exposición nos sitúa en el paraíso mental del suburbio y nos invita a replantearnos el valor de la ciudad y el espacio público hoy. El Ilamado “sueño americano” se puede resumir en una imagen mental que parece fijada en el tiempo: una casa unifamiliar de propiedad, rodeada de césped, una piscina en el jardín trasero y un par de coches durmiendo en el garaje. La exposición “Suburbia. La construcción del sueño americano” recorre la historia cultural de este ideal de vida ampliamente difundido a través de la literatura, la televisión, la publicidad o el cine y analiza los aspectos mas controvertidos de este modelo urbanístico que ha proliferado mas allá del territorio norteamericano hasta llegar al nuestro. «Suburbia. La construcción del sueño americano» nos sumerge en el imaginario de la casa familiar idílica y muestra cómo se ha vendido y potenciado este estilo de vida desde la ficción y la industria del entretenimiento. La exposición se remonta a los orígenes de los barrios residenciales a principios del siglo XIX, explica cómo se desarrollaron masivamente en los años 50 y repasa el contexto económico, político y social que hizo posible su imparable expansión por todos los Estados Unidos. Desde los años 90, la mayor parte de la población norteamericana vive en esta masa de urbanismo disperso que no ha dejado de expandirse incluso mas allá de las fronteras de los EE. UU. En un momento en el que cada vez son mas numerosas las familias que persiguen su propia versión del sueño en la periferia de las ciudades, la muestra analiza las contradicciones de un modelo urbanístico cuya razón de ser fue la segregación social, étnica o de género. La exposición muestra el impacto de este modelo altamente insostenible, basado en continuos desplazamientos en automóvil, con ejemplos de urbanizaciones que han surgido en torno a Barcelona o Madrid. A través de abundante material histórico, fotografías, pinturas, audiovisuales, literatura, obras de arte u objetos cotidianos, la muestra nos sitúa en el paraíso mental del modelo de barrio residencial inspirado en la suburbia americana y nos invita a replantearnos el valor de la ciudad y el espacio público hoy. «Suburbia. La construcción del sueño americano» decodifica un paisaje, casi abstracto, que continúa siendo vigente en la cultura pop y Io hace a través de la obra de destacados creadores que nos ayudan a contemplar de forma crítica el famoso estilo de vida americano: Jessica Chou, Gregory Crewdson, Thomas Doyle, Gerard Freixes, Gabriele Galimberti, Weronicka Gesicka, Benjamin Grant, Todd Hido, Joel Meyerowitz, Matthias Müller, Blanca Munt, Alberto Ortega, Bill Owens, Sheila Pree Bright, Leõn Siminiani, Amy Stein, Greg Stimac, Angela Strassheim, Deborah Stratman, Ed & Deanna Templeton, Kate Wagner y Christopher Willan. LA PLANIFICACIÓN DE UN SUEÑO Con la Llegada de la Revolución industrial a los EE. UU. durante la primera mitad del s. XIX, las grandes ciudades se convirtieron en el motor del progreso, pero también eran percibidas como un lugar peligroso en contraste con la opulenta naturaleza del Nuevo Mundo. Gracias a la aparición del ferrocarril, el tranvía y el automóvil, la revolución de la movilidad posibilitó la colonización progresiva de la periferia de las ciudades que transformaría el campo en barrios residenciales. De Llewellyn Park (Nueva Jersey) a Tuxedo Park (Nueva York), a Io largo de todo el siglo XIX comenzaron a florecer en los Estados Unidos las primeras comunidades cerradas. A finales del siglo XIX, cuando ya se había consumado la conquista del Oeste, la aparición del tranvía posibilitó el acceso de la clase media a la periferia y dibujó un nuevo tipo de viviendas que generó una expansión ordenada de las cuadrículas de las ciudades. Pero fue con la popularización del famoso Ford T cuando se transformó radicalmente el paisaje de los Estados Unidos, atravesado por carreteras que se convirtieron en autopistas. De esta manera, el coche se convirtió en símbolo de libertad y así nació el suburbio que se acabaría masificando. Este primer apartado incluye material histórico como la litografía original “Vista de Nueva York” de John William Hill (1836), la biblia del “feminismo doméstico” The American Women’s Home de Catherine Beecher, un Ford T Touring (1923) de la General Motors y películas como The Suburbanite (1908), entre otros clásicos de Harold Lloyd y Buster Keaton. EL BOOM DE SUBURBIA La explosión suburbial fue ante todo demográfica y se produjo cuando los soldados que habían combatido en la Segunda Guerra Mundial regresaron en masa a la patria ansiosos por formar un hogar. En las atiborradas ciudades no había sitio para ellos. Con el apoyo del estado, que les facilitó generosos créditos, se edificaron suburbios aplicando la lógica de producción en cadena del fordismo. Era la «forma de vida americana», el comienzo de un sueño colectivo que fascinó al mundo entero. Así el baby-boom se produjo en 11 millones de viviendas unifamiliares con toda clase de electrodomésticos incorporados, presididas por un flamante televisor con el que los suburbanitas contemplaban versiones idealizadas de ellos mismos con idéntico color de piel y la misma experiencia bélica, edad, hipoteca y sensación de desarraigo. Todos los medios se hicieron eco del fenómeno y tanto el cine como la literatura reflejaron aquel paisaje estandarizado en el que las mujeres esperaban a sus maridos con una copa en la mano, los niños se desplazaban en bicicleta y todos celebraban alegres barbacoas los domingos. Con el patrocinio del estado, Suburbia se erigió en un paraíso vetado a las minorías raciales. Pero poco a poco, ya en los años sesenta, las puertas del paraíso se fueron abriendo a los afroamericanos y a otras minorías dando Lugar a un éxodo blanco, el Llamado white flight. Además de presentar material histórico diverso, este apartado hace un repaso a las sitcoms que retrataron la suburbia desde los años 40 hasta la actualidad. También incluye la famosa ilustración “New Kids in the Neighborhood” de Norman Rockwell y una amplia selección de la serie de fotografías que conforman Suburbia (1972) de Bill Owens, el primer libro fotográfico sobre este modelo de urbanismo norteamericano. LA PESADILLA RESIDENCIAL Y se hizo la noche en Suburbia. Lo que había sido un sueño devino pesadilla. La idea de un Lugar seguro, saludable y alegre se contaminó progresivamente de miedos, terrores y paranoias. Se corrieron cerrojos y se instalaron alarmas. AI fin y al cabo, en la tradición gótica americana, la casa, a menudo encantada, siempre había sido una fuente de horror: el mal anidaba dentro. Con la aparición de las viviendas en serie se consolidó un nuevo subgénero, denominado «gótico suburbano», que empezó a manifestarse tanto en la literatura como en el cine. A diferencia del gótico tradicional, en este nuevo paisaje la residencia familiar ya no estaba anclada en ningún territorio determinado, como antaño en Nueva Inglaterra, sino que, con su valla blanca y su césped verde, podía estar en cualquier parte del país. Y el mal venía de fuera, amenazaba con invadir el hogar, incluso con devaluarlo. Bajo la apariencia de reluciente normalidad, los suburbios americanos siempre esconden grietas por las que se cuela el terror. Para ilustrar esta pesadilla residencial, paseamos entre materiales históricos de la era atómica, fotografías del Iado oscuro de la suburbia de Amy Stein, Todd Hido, Gregory Crewdson, Angela Strassheim, o Gabriele Galimberti y la instalación de Kate Wagner “McMansionHell”. Alberto Ortega, artista sevillano instalado en los EE. UU. y que ha dedicado su obra a pintar la suburbia por la noche, presenta dos obras en primicia en el CCCB. ¿POSTSUBURBIA? Desde la aparición del Nuevo Urbanismo en los años 90, se empezó a vaticinar la inevitable muerte de suburbia, ligada al supuesto fin del petróleo que todavía no se ha llegado a producir. Mientras tanto, suburbia no ha dejado de expandirse, de transformarse y de diversificarse. Hoy en día, 8 de cada 10 norteamericanos viven dispersados y las viviendas unifamiliares siguen representando el 75% de las zonas residenciales donde las nuevas generaciones continúan soñando vivir. Se trata de una nueva suburbia más abierta, pero también más desigual. |

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