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Renca (en mapudungún: Rengka, ‘renca’) es una comuna ubicada en el sector norponiente de la ciudad de Santiago, capital de Chile. Fue fundada en 1894 y antiguamente se llamó Villa de Renca. Limita con la comuna de Quilicura al norte, Conchalí e Independencia al este, Quinta Normal y Cerro Navia al sur, y Pudahuel al oeste.
El territorio en donde se emplaza la ciudad fue habitado previamente a la llegada de los españoles por picunches (grupo septentrional mapuche), cuyo idioma fue el mapudungún. En este idioma, la palabra rengka refiere a la especie herbácea Hypochaeris scorzonerae, conocida en español como renca o hierba del chancho, una planta endémica de flores amarillas abundante en la zona.
Historia
Según el historiador Alberto Medina, las tierras de Renca, junto con las de Conchalí, fueron ampliamente, y por muchos años, disputadas entre españoles y picunches. Estos últimos valiéndose de diversas argucias, cambiaron la situación de los españoles de fundar Santiago de Nueva Extremadura en la ribera norte del Río Mapocho, sino en los faldeos del Cerro Huelén. La ribera norte era considerada como la tierra fértil y militarmente estratégica por contar con barreras de tipo natural para defenderse de los españoles, como son el Cerro Renca, el Cerro San Cristóbal y el Río Mapocho.
Las tierras estuvieron administradas por el gobernador incaico Quilacanta, quien acabó siendo capturado por Pedro de Valdivia y más tarde asesinado por doña Inés de Suárez junto con curacas que se encontraban prisioneros, durante la destrucción de la naciente ciudad de Santiago el 11 de septiembre de 1541 a manos de las huestes de Michimalonco.
Tras esto, Valdivia adjudico partes de las tierras de Renca a varios de sus soldados. Entre los primeros dueños se cuenta a Fernando Rojas y Hernando Vallejos. Posteriormente, en las actas del cabildo de Santiago, el escribano Luis Cartagena consignó que se le entregarían tierras de Renca a Ortiz Jerez; García Hernández; Rodrigo de Araya; Gaspar de Orense y otros más. Este reparto fue entre los años 1541 y 1547.
En los albores de la colonia, Renca ya era un lugar de agrado para los inmigrantes españoles y criollos adinerados. Las quintas y chacras proveían frutas y verduras de gran calidad y en mucha abundancia.
En las Tierras de La Renca se establecieron las primeras encomiendas, pero los españoles no tenían mucho interés en explotarlas y solo querían indios para buscar oro. Pese a que los indios no se dejaban dominar, Ines de Suárez, mujer con mucha historia en esta región (la tradición índica que unos viejos olmos en las calles Balmaceda y Domingo Santa María, fueron plantados por la española), contribuyó a su pacificación, a través de la evangelización, apoyada por los Jesuítas, que se establecieron en el lugar.
En el lugar donde hoy funciona el actual edificio municipal, los colonizadores incaicos habían establecido un Tambo (especie de posada), donde los viajeros que venían del Cuzco o del otro lado de la cordillera de los Andes, podían comercializar, abastecerse de víveres y hasta contaban con un curandero que atendía a los enfermos.
Con el correr de los años, dichas tierras se transformaron en chacras de veraneo de españoles y criollos, que atraídos por la belleza natural del paisaje y por las bondades de la tierra, que gracias a un abundante regadío y a los canales construidos por los indígenas, numerosos rancheríos se formaron en torno a estas villas, las que aumentaron en forma significativa al construirse el Puente de Cal y Canto, en 1779, que conectó el área norte con Santiago.
La Municipalidad de Renca nació legalmente el 24 de diciembre de 1891, fecha en que apareció publicado en el Diario Oficial un decreto del Ministerio del Interior, que creaba, entre otros la Municipalidad de Renca. La historia de Renca como comuna, parte a la una de la tarde de un 6 de mayo de 1894, cuando se celebró la Primera Sesión Ordinaria de la Municipalidad de Renca, o sea, más de dos años después de la creación legal del Municipio, bajo la presidencia del Sub - delegado de Gobierno, don Javier Gómez. En dicha sesión se procedió a elegir a las autoridades municipales, siendo elegido como primer alcalde don Fernando Olivares. En esta oportunidad también fueron elegidos algunos regidores.
Al nacer como comuna, la Villa de Renca, así designada por ley en 1895, registraba 2.451 habitantes y sus límites eran: al norte: el estero El Membrillo, por el este línea férrea de Valparaíso y callejón las Hornillas (actual Vivaceta), por el sur el Río Mapocho y al oeste prolongación del estero El Membrillo.
De acuerdo al rol de avalúo de 1896, la comuna poseía más de cien propiedades agrícolas, de las cuales 34 eran de un valor que superaban los sesenta mil pesos cada una, esto significaba que era de gran importancia.
Su nexo con la ciudad capital era el ferrocarril y el camino a Renca, que salía desde la Cañadilla (actualmente Independencia), callejón las Hornillas y luego de unos 5 kilómetros se encontraba Renca.
El carácter agrícola de la zona se fue perdiendo a medida que avanzaban las obras de canalización del Río Mapocho y los agricultores se fueron replegando hacia el interior del valle, con lo que Renca adquiere características de "Comuna Dormitorio".
Para 1930 el rol de avalúo registraba 1.603 propiedades de las cuales 1.474 eran urbanas y sólo 129 rurales. En treinta años se había producido un cambio notable en la fisonomía comunal. En cuanto a su población ésta se elevaba a 11.507 habitantes, cinco veces más, de lo que tenía al crearse la comuna.
La agricultura proporcionaba todo tipo de hortalizas, verduras y frutas, también existían viñas y se cultivaban flores, como gladiolos y crisantemos. Tres de las viñas más importantes era: Santa Teresa de Lo Boza, propiedad de los padres de Balmaceda, Santa Juana (actual J. A. Ríos 1 y 2), y el Carmen (actualmente poblaciones Huamachuco 1, 2 y 3).
Hasta antes de la organización portaliana. Renca mantuvo una gran extensión colonial, vale decir, un territorio definido por la Iglesia como campo de operaciones de la parroquia y que abarcaba: Casablanca, Quilpue, Quilicura, Colina, Pudahuel y Quinta Normal.
Entre los hitos históricos de la comuna se cuenta el hecho que en su parroquia fue bautizado un niño llamado Manuel Rodríguez. Otro prócer que recibió a los santos óleos y crismas fue José Manuel Balmaceda, bautizado en la capilla del fundo Santa Teresa de lo Boza, y que llegara ser Presidente de Chile.
Algunos pueblos que vivieron en la gran región de Renca fueron: Colina (Agua Caliente); Quilicura (Piedra Torcida); Lampa (Arena blanca); Quilpué (Palo hueco); Curacaví (Varias piedras), entre varios otros que se desarrollaron en este sector.
La Plaza Mayor de Renca estaría construida sobre un cementerio precolombino, que se extendía en el sector que abarca la plaza. Donde hoy está ubicado el colegio Juana Atala de Hirmas, se encontraba la chacra "El Pinar De Vitri", que era un cementerio de los muertos del cólera. Varios sectores fueron ocupados a partir de los años 30, como las poblaciones Recabarren (1947), Población Cerro Colorado, Huamachuco y Lo Boza
La chacra El Paraíso, estaba ubicada donde hoy se encuentra la población Infante. Esta chacra pertenecía a un francés que criaba chanchos y en una subida del Río Mapocho se llevó toda la crianza, el francés se subió a su coche tirado por caballos y salió en busca de sus animales, murió arrastrado por las aguas.
El autor de la primera canción nacional, Manuel Robles Gutierrez, era vecino de Renca. De su canción actual se conserva el estribillo, puesto que la canción debió ser cambiada por ser considerada una ofensa a los españoles.
Población
1952 28.470
1960 51.540
1970 48. 343
1982 93 .928
1970 48. 343
1982 93 .928
1992 129.173
2002 133.518
2017 147,151
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