La fundación de Santiago fue el primer hito importante en el proceso de colonización española de Chile, ya que la ciudad fue el punto de partida de las expediciones que iniciaron el reconocimiento y la ocupación de nuevos territorios.
La fundación de Santiago fue el primer hito importante en el proceso de colonización española de Chile, ya que la ciudad fue el punto de partida de las expediciones que iniciaron el reconocimiento y la ocupación de nuevos territorios. El 12 de febrero de 1541 Pedro de Valdivia escogió asentarse en el valle del río Mapocho, pues consideraba que la numerosa población indígena que allí habitaba, era demostración evidente del provecho agrícola de sus tierras. Para garantizar la provisión de agua y su protección, la villa fue levantada entre dos brazos del río y al amparo del cerro Huelén, desde cuya cumbre se podía advertir cualquier movimiento hostil en un amplio perímetro.
La planta fue trazada en forma de damero, siguiendo el modelo tradicional del urbanismo hispano en América, comprendiendo ciento veintiséis manzanas regulares de ciento treinta y ocho varas de longitud, separadas por calles de doce varas de ancho. Al centro de la población se ubicó la plaza mayor, en cuyo contorno se edificó una capilla, algunas bodegas y las casas de los principales vecinos, para lo cual se recurrió a los materiales disponibles en el entorno, como madera, paja, piedras y barro.
Junto con el emplazamiento físico de la villa, los primeros colonos se organizaron políticamente en un Cabildo, institución española de origen medieval en la cual la comunidad confía la administración de la ciudad a los vecinos más importantes. Al inicio de la conquista y debido a la gran distancia de otros centros de poder y decisión, el Cabildo de Santiago asumió el gobierno de todo el territorio, con el objeto de enfrentar las dificultades políticas y militares que imponía la resistencia mapuche al avance de los conquistadores. Sin embargo, la designación de un gobernador por parte del rey de España relevó al ayuntamiento de sus responsabilidades ejecutivas y de planificación militar, depositándolas en este funcionario que, por residir en Santiago, otorgó a la ciudad la calidad de capital del reino.
Los primeros años del asentamiento fueron duros y esforzados. Las riquezas minerales eran escasas, los parajes cercanos no proporcionaban abundancia de alimentos y los indígenas se resistían tenazmente a someterse. El cacique Michimalonco atacó la ciudad de Santiago el 11 de septiembre de 1541, destruyendo el incipiente poblado y poniendo en peligro todo el proceso de ocupación hispana.
Sin embargo, transcurridos diez años de su fundación, Santiago logró consolidar su posición gracias a que la habilitación de un puerto en la bahía de Valparaíso le permitió recibir, con mayor frecuencia, refuerzos y provisiones desde el Perú, mientras que, como consecuencia del afianzamiento de la ocupación hispana en las cuencas de Aconcagua, Maipo y Cachapoal, el enfrentamiento con los indígenas se trasladó varios kilómetros hacia el sur. Estas condiciones permitieron a los santiaguinos disfrutar de mayor tranquilidad y disponer de más tiempo y recursos para invertir en el adelanto de la ciudad.
El rey de España reconoció estos progresos que posibilitaron el regular funcionamiento de las instituciones coloniales y concedió a Santiago el título de ciudad y un escudo de armas el 5 de abril de 1552.
Santiago colonial, A merced de las catástrofes naturales.
Al concluir el período colonial, Santiago ya ostentaba el rango de ciudad primada que mantiene hasta el presente, aunque su proceso de consolidación urbana fue extremadamente dificultoso. Esto, por las fatigas que supuso la interminable Guerra de Arauco...
Al concluir el período colonial, Santiago ya ostentaba el rango de ciudad primada que mantiene hasta el presente, aunque su proceso de consolidación urbana fue extremadamente dificultoso. Esto, por las fatigas que supuso la interminable Guerra de Arauco, el escaso desarrollo económico del reino, así como las recurrentes catástrofes naturales -entre ellas terremotos y crecidas del río- que obligaron en varias ocasiones a reconstruir la ciudad desde sus escombros. Las primeras seis décadas que siguieron a su fundación, en 1541, estuvieron marcadas por los rasgos militares del asentamiento y por una constante sangría de población, puesto que sus habitantes debieron contribuir a la conquista del Reino de Chile formando milicias y acudiendo como pobladores a todas las nuevas fundaciones.
Paradójicamente, la contundente derrota experimentada por las armas españolas en 1598, derivó en el afianzamiento demográfico de Santiago, ya que buena parte de los vecinos que habían logrado huir de las siete ciudades destruidas por los mapuches al sur del río Bio-Bío, se radicaron en Santiago, permitiendo la extensión de su tramado hacia el norte del río Mapocho y dando lugar a la formación del barrio La Chimba. Luego, otra tragedia -la avenida del Mapocho en 1609- impulsó al Cabildo a realizar las primeras inversiones de envergadura en la creación de infraestructura para la ciudad, como fueron la construcción de los primeros tajamares es para contener las crecidas del río, y de un acueducto que traía agua limpia desde la quebrada de San Ramón. Así, al comenzar la tercera década del siglo XVII, Santiago había dejado atrás los rasgos de precariedad propios de los primeros tiempos, ostentaba algunas edificaciones de cierta importancia y a su alrededor tenían lugar actividades productivas que permitían el arraigo de la población.
Pero no obstante el progreso económico del reino, el entusiasmo de sus habitantes y la actividad de las autoridades, permitieron el desarrollo material de Santiago, el destino infausto no se apartó de su vida urbana, ya que hasta mediados del siglo XVIII, cada temblor de la tierra y cada avenida del río, causaban graves daños a la ciudad y arrancaban la vida de muchos vecinos. Esta extrema fragilidad sólo fue remediada una vez que los principios de la Ilustración fueron aplicados en la construcción de nuevos edificios mediante técnicas fundamentadas en principios científicos. El mejor ejemplo de ello es la obra del arquitecto italiano Joaquín Toesca, que aún tenemos a la vista.
Cronología
1541 12 de Febrero. Fundación oficial de Santiago por Pedro de Valdivia
1553 Octubre. Fundación del primer hospital Santiago
1574 Julio. Inundación de Santiago causada por el río Mapocho
1613 Construcción del primer tajamar obra de Ginés de Lillo
1618 Terminación de las obras de la iglesia de San Francisco
1621 Enero. Desbordamiento del río Mapocho
1640 Terminación de las obras del primer edificio del Cabildo de Santiago
1647 13 de Mayo. Devastador terremoto en Santiago, conocido como el "terremoto magno"
1678 Marzo. Se inicia la construcción de los nuevos tajamares del río Mapocho y del primer puente sobre el mismo
1679 Mayo. Conclusión del segundo edificio para el Cabildo
1715 Junio. Conclusión del nuevo edificio para Casa de Gobierno y Audiencia
1730 Julio. Terremoto con graves perjuicios en Santiago
1742 Inicio de las obras del canal de Maipo o San Carlos
1747 Inicio de la construcción de nuevos tajamares del río Mapocho
1747 Julio. Crecida del río Mapocho
1748 Inicio de la construcción de la segunda catedral de Santiago
1756 Junio. Inicio de la construcción de la Universidad de San Felipe
1767 Junio. Inicio de la construcción del puente de Cal y Canto
1771 Inauguración de la iglesia de Santo Domingo
1779 Junio. Entrega del puente de Cal y Canto al uso público
1783 Junio. Desbordamiento grande del río Mapocho con graves perjuicios
1790 Febrero. Inauguración del edificio definitivo para el Cabildo
1797 Entrega al uso público del camino carretero de Santiago a Valparaíso.
1800 Marzo. Inauguración del nuevo edificio del hospital San Juan de Dios
1804 Entrega de los nuevos tajamares del Mapocho
1805 Término del edificio para Casa de Moneda
1813 Fundación de la Biblioteca Nacional
1813 Agosto. Fundación del Instituto Nacional