Monumento al Bombero voluntario, instalado en 1913 por la Municipalidad de Santiago.
Historia.
Hacia la medianoche del 15 de diciembre de 1850, en una cigarrería de la calle Cruz de Reyes en Valparaíso estalló un incendio que se propagó rápidamente a las casas colindantes. Los propios vecinos trataron de contener el fuego y el propio Intendente de la época, almirante Manuel Blanco Encalada, participó en las tareas de salvamento, mientras el fuego arrasaba bodegas, casas y rancheríos. La ayuda de las bombas y la tripulación de dos barcos de guerra, uno francés y el otro inglés, se sumaron a los esfuerzos de los moradores y del cuerpo de cívicos, especie de conscripción de la época. El siniestro logró ser sofocado al día siguiente, no obstante en la noche cuando los combatientes se habían retirado, el fuego reapareció, repitiéndose el trabajo de la noche anterior.
Al día siguiente del siniestro el Diario El Mercurio informa de la "necesidad de organizar de antemano el trabajo de los incendios", llamado que encontró eco en un grupo de connotados vecinos que se reunieron el 19 de diciembre en la sala de la Intendencia, presidida por Santiago Melo (subrogante del intendente Manuel Blanco Encalada), donde los vecinos asistentes decidieron crear una comisión organizadora que propusiera medidas para combatir los incendios. Esta comisión tuvo la función primera de solicitar los fondos necesarios a las autoridades, además de tomar algunas medidas preventivas para evitar los incendios, como lo era la limpieza de chimeneas y una mayor vigilancia policial.
Posteriormente se incorporaron otros vecinos a las comisiones de organización y financiamiento; una estaba a cargo de formar definitivamente la organización de los bomberos voluntarios. La otra a cargo del financiamiento y adquisición del material necesario para la creación de las primeras compañías.
Con el eficiente trabajo de los vecinos que conformaron las distintas comisiones, más el decidido apoyo de las autoridades locales, se convoca a una asamblea general:
“Bomba de incendio: la comisión nombrada para organizar los Cuerpos Independientes de Bomberos, suplican a todos los que se han suscrito en algunas de las listas, como a los que sin estar suscritos, desean formar parte en la formación de los Cuerpos, se reúnan el miércoles próximo 30 de abril a las ocho de la noche en el teatro de La Victoria. Las listas se hallan en las casas de los comisionados Juan Brown, Eduardo Mickle, Otto Ude y Guillermo Miuller”.
Así rezaba el aviso publicado en el diario El Mercurio de Valparaíso, para convocar a la comunidad a la formación del que sería el Primer Cuerpo de Bomberos de Chile, que comenzó a operar oficialmente el 30 de junio de ese año con cuatro compañías.
Pasaba el tiempo y otras localidades emulaban la iniciativa de la ciudad puerto, es así como entre 1851 y 1899, surgieron 38 Cuerpos de Bomberos, los cuales se financiaban gracias a su prestigio ante la comunidad y a la solvencia económica de sus miembros, lo que les permitía adquirir modernos equipos. Entre 1930 y 1970, surgen 177 nuevos Cuerpos, pero estos ya no cuentan con la rica aristocracia del siglo XIX, sino que con hombres que provienen de la naciente clase media, lo que dificulta su financiamiento con la contribución de sus propios miembros y comienzan a depender, cada vez más, de los eventuales aportes externos anuales.
Junta Nacional de Bomberos de Chile
Hacia fines de la década de 1960, la situación de financiamiento de la mayor parte de los cuerpos de bomberos surgidos en este siglo, e incluso de algunos de los más grandes y antiguos, era francamente crítica. Era manifiesta la carencia de carros y equipos, lo que a su vez, hacía perder la motivación a los voluntarios y por ende dificultaba la captación de nuevos integrantes a las filas.
En este marco, el entonces Superintendente del cuerpo Bomberos de Santiago Don Guillermo Morales Beltrami, manifiesta la urgente e inexcusable necesidad de gestar una estructura nacional, que uniera y representara los esfuerzos y necesidades de los distintos cuerpos, bajo la común aspiración de servir más y mejor.
Lo anterior comienza ser difundido y materializado el 19 de junio de 1968, fecha en la cual se realiza la primera reunión de Superintendente de cuerpo de Bomberos de la provincia de Santiago, instancia presidida por el superintendente Morales Beltrami.
Dicha reunión ha sido concebida, como el primer paso en la consolidación de una estructura nacional, capaz de dar respuesta a los diversos problemas que aquejaban a la institución y capaz de proyectarse en el tiempo con una fortaleza que explica su plena vigencia hasta el día de hoy.
Finalmente, el 30 de junio de 1970 surge la denominada Junta Coordinadora, actualmente la Junta nacional de bomberos de Chile.
El 1 de junio de 1988 se funda la Academia Nacional de Bomberos de Chile (ANB), institución de formación y capacitación que fija el estándar de Capacitación y de Entrenamiento de Bomberos en Chile.
El Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa
El Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa (CBN) corresponde al Cuerpo de Bomberos de Chile que opera en las comunas de Ñuñoa, La Reina, Macul, Peñalolén y La Florida. Fue fundado el 27 de mayo de 1933. Es el tercer cuerpo de bomberos más grande de Chile, solo superado por el Cuerpo de Bomberos de Santiago y del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso.1Actualmente esta conformado por 11 compañías que desarrollan diversas labores, como la extinción de incendios, el rescate vehicular y el manejo de materiales peligrosos.
Cada dos años, y desde 1981, el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa realiza, en homenaje a su fundador, la tradicional Competencia Interna "Comandante Alberto Ried Silva", donde participan las dos Compañías de la especialidad de escalas y, entre las restantes nueve de la especialidad de agua.
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